Uno de los retos logísticos más importantes para cualquier organización es escoger de forma debida el tipo de almacén para albergar sus mercancías.
Y es que un óptimo sistema de almacenaje es clave a la hora de reducir costes y agilizar la gestión de los pedidos.
Los almacenes de consolidación son aquellas instalaciones en las que se reciben pedidos individuales, provenientes de diferentes proveedores, centros logísticos o clientes. Estos pedidos son agrupados y enviados de manera conjunta, con el objetivo de facilitar su transporte.
Y es que el proceso de consolidación en logística conlleva la organización y la clasificación de los pedidos antes de su envío. Es un proceso que puede resultar sencillo, en el caso de disponer de palets, o complicado cuando la unidad de carga son cajas con diferentes productos y su cantidad es muy elevada.
No obstante, al final el cometido es el mismo: conglomerar los distintos pedidos en un mismo transporte, con el fin de dividir los costes de la entrega entre los clientes. Por consiguiente, este tipo de almacenaje es muy empleado en el mundo del e-commerce, ya que los clientes están acostumbrados a costes de envío bajos o gratuitos.
Fases del proceso de consolidación en logística
Para entender correctamente qué es un almacén de consolidación, es interesante señalar las diferentes de la consolidación logística:
- Recepción de las mercancías
Es la primera fase de todo este proceso logístico. El momento en que se recepciona los distintos productos o materias primas de los diferentes clientes.
Asimismo, se lleva adelante la descarga de las mercancías, se clasifican y se comprueba la documentación, como facturas, de las mismas.
- Manipulación de los productos
El stock es manipulado, en función de las necesidades del cliente. Desde pesado, hasta empaquetado; pasando por el marcaje o el embalado… entre otras acciones.
- Almacenamiento
Es de carácter temporal. Se almacenan los diferentes artículos hasta disponer de la cantidad suficiente para su envío conjunto.
- Realización del pedido
Para la preparación de los pedidos, se tendrá que realizar de forma adecuada el lote de los productos y preparar la documentación pertinente.
- Envío
El último apartado de este proceso es el envío o expedición. Un envío unificado que será cargado en un mismo camión hasta llegar así a una empresa o a un cliente final.