La velocidad a la que se mueve la logística aumenta día a día, manteniendo el paso de las necesidades que se plantean en las sociedades actuales.
Para poder mantener esa velocidad, se invierte en tecnología, en procesos, en formación de los profesionales, y como no, en intentar mejorar los recursos que ya existen, procurando poder obtener un mayor rendimiento de los mismos.
Uno de esos recursos es el transporte de carga completa o FTL (Full Truck Load), ese servicio donde un vehículo hace un viaje desde origen hasta destino, sin pasar por ninguna plataforma intermedia ni paradas.
Los beneficios del transporte de carga completa son ya conocidos, siempre y cuando nuestra necesidad de transporte (por volumen o kilos), precise de un vehículo «dedicado» como en este servicio.
El tránsito más reducido frente a otros servicios que deben de pasar por plataformas intermedias, o la seguridad de la carga (no es manipulada en ningún momento durante el trayecto), son factores ya muy conocidos, por lo que, las mejoras se plantean desde dos prismas.
Tecnología
La incorporación de la tecnología es fundamental para poder, por un lado, realizar las órdenes de carga con los recursos adecuados, y, por otro lado, luchar contra una de las grandes lacras del transporte de carga completa, como son los kilómetros en vacío (el desplazamiento de un punto de descarga hasta otro de carga, que en ocasiones puede estar a unos cientos de kms).
La llegada de tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Blockchain permiten a las empresas poder generar unas mejores planificaciones de los recursos, además de una capa de optimización de la planificación generada.
Tampoco debemos de olvidar los desarrollos de IA en elementos de predicción de la demanda, por ejemplo, y otras aplicaciones como los RPA, un software que permite poder automatizar procesos manuales y tediosos que se dan en los ámbitos de la administración o tráfico.