La industria naviera internacional ha dado un gran paso en la carrera por lograr las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, fijando este objetivo de cara al año 2050.
Así lo ha establecido la Organización Marítima Internacional (OMI) tras concluir la reunión de Protección del Medio Marino, celebrada este 8 de julio en Londres.
Un objetivo, que puede suponer un punto de inflexión en el sector del transporte marítimo, que representa aproximadamente el 3% de las emisiones de CO2 provocadas por el ser humano.
Esta nueva decisión muestra a la industria la hoja de ruta para comenzar la reducción de emisiones. Un proceso, que requerirá la movilización de numerosos recursos de fabricación, refinación, financieros y humanos.
Aquí, entran en juego la disponibilidad y coste de las tecnologías de transporte limpias, los detalles de cumplimiento y aplicación, y la interacción con otras regulaciones como el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE.
¿Cómo lo lograrán?
Entre los objetivos establecidos desde la OMI, destaca que el 5% de la energía utilizada en el transporte marítimo esté compuesta por emisiones cero o casi cero para 2030.
Así, el sector estima que se consumirán cerca de 6 millones de barriles equivalentes de petróleo al día en el transporte marítimo para dicho año.
Para poder llegar a tiempo a esta meta, ya se están electrificando algunas clases de embarcaciones, pero los combustibles más limpios son la única opción práctica para conseguir el objetivo fijado en este limitado plazo.
Existen recursos como los biocombustibles que pueden emitir un 70% menos de CO2 que los actuales, sin embargo, su uso conlleva limitaciones de suministro y un coste superior.