La crisis en el Mar Rojo sigue poniendo en jaque al comercio marítimo

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La mayoría de las compañías navieras han desviado sus buques para evitar ataques de los hutíes. Pero el ataque israelí al puerto de Hodeida, en el Mar Rojo, supone una escalada aún peor para el comercio internacional.

El tráfico marítimo a través del Mar Rojo es una vía de navegación vital para el transporte de mercancías de Asia a Europa.

Sin embargo, se calcula que el comercio en la zona se ha desplomado hasta casi un 80 por ciento. Una caída agravada ahora por el incremento de los enfrentamientos entre los rebeldes hutíes, que controlan gran parte de Yemen, e Israel.

Ya el año pasado, la milicia hutí, respaldada por Irán, atacó barcos en respuesta a la guerra de Israel contra el movimiento terrorista palestino Hamás en Gaza, obligando a las navieras a desviar sus buques por el sur de África.

Siguen su ruta

Pese a los riesgos, algunos barcos siguen optando por esta ruta, con docenas de buques atravesando una vía navegable que, en su punto más estrecho, sólo tiene 30 kilómetros de ancho.

Emily Stausboll, analista de transporte marítimo de la consultora Xaneta, con sede en Dinamarca, indica a DW que «los buques portacontenedores internacionales de mayor tamaño eran el objetivo [de los hutíes]».

«Los buques más pequeños y regionales no han sido objeto de los mismos disparos», agrega.

Stausboll sostiene que a pesar del riesgo de ser atacados, los operadores más pequeños decidieron que aún podían atravesar el Mar Rojo de forma «razonablemente segura».

Aunque el puerto de Hodeida, situado a orillas del Mar Rojo en el oeste de Yemen, no es una parada significativa para los buques portacontenedores internacionales, la instalación es el principal puerto de Yemen y un punto de entrada vital para hasta el 80 por ciento de las importaciones de combustible, alimentos y otro tipo de ayuda humanitaria al país más pobre de la península arábiga.

Los hutíes afirmaron que los ataques aéreos israelíes del sábado habían dañado las instalaciones de almacenamiento de combustible del puerto y una central eléctrica cercana.