La guerra en Ucrania amenaza con una mayor interrupción de las cadenas de suministro ya estiradas. Ucrania y Rusia pueden representar solo una pequeña proporción de las importaciones de las principales naciones manufactureras como Alemania y EE. UU., pero son proveedores esenciales de materias primas y energía para muchas cadenas de suministro cruciales.

Aunque las consecuencias económicas de una guerra que amenaza la vida y el sustento de muchos ucranianos siempre serán secundarias frente a la crisis humanitaria que se avecina, aquí hay cinco áreas que probablemente tendrán problemas en el futuro:

  1. Energía
    Muchos países europeos dependen en gran medida de la energía rusa, en particular del gas a través de varios gasoductos vitales, y esto puede haber influido en su enfoque de la crisis. Se ha sugerido que la dependencia del gas ruso es la razón por la que Europa se ha mostrado reacia a eliminar a Rusia del sistema de pagos internacionales SWIFT, por ejemplo, aunque vale la pena señalar que los alemanes han suspendido indefinidamente el nuevo gasoducto del Báltico Nord Stream 2.
  2. Comida
    Los precios mundiales de los alimentos ya aumentaron considerablemente durante 2021 debido a todo, desde los precios más altos de la energía hasta el cambio climático. Es probable que los productores de alimentos se vean sometidos a una mayor presión a medida que aumentan los precios de los insumos clave.
  3. Transporte
    Con el transporte global ya severamente interrumpido como consecuencia de la pandemia, una guerra podría crear más problemas. Los modos de transporte que probablemente se verán afectados son el transporte marítimo y el transporte ferroviario de mercancías.
  4. Metales
    Rusia y Ucrania lideran la producción mundial de metales como el níquel, el cobre y el hierro. También participan en gran medida en la exportación y fabricación de otras materias primas esenciales como el neón, el paladio y el platino.
  5. microchips
    La escasez de microchips fue un problema importante a lo largo de 2021. Algunos analistas habían pronosticado que este problema desaparecería en 2022, pero los acontecimientos recientes podrían empañar ese optimismo.

Como parte de las sanciones a Rusia, Estados Unidos ha estado amenazando con cortar el suministro de microchips a Rusia. Pero esto suena falso cuando Rusia y Ucrania son exportadores clave de neón, paladio y platino, todos los cuales son críticos para la producción de microchips.